Biografía oficial del Dr. José León Suárez

   Réplica de la Biografía del Dr. José León Suárez tal cual fué entregada por sus descendientes al Padre Jorge, máxima autoridad de la Parroquia Inmaculada Concepción, el 22 de octubre de 1979. 

La familia Suárez se estableció en Chivilcoy, provincia de Bs. As., por 1870. José León Suárez nació en San José de Flores (pueblo que aun no integraba la Capital Federal) el 20 de abril de 1872, pero siempre se lo considero chivilcoyano, ya que allí transcurrió su niñez (actualmente llevan su nombre en dicha ciudad, una avenida, una escuela primaria y la biblioteca de la escuela normal).

Su padre fue pionero en esa zona en la cría de ganado y establecimiento de industrias derivadas. También colonizó una gran extensión de campo en el actual partido de Leandro N. Alem, tierra que adquirió en 1880, a poco de retirarse los indios de ese lugar.

Hizo sus primeros estudios en una escuela de Chivilcoy, pasando luego como pupilo al Colegio Negrotto de la Capital Federal (sus hermanas mujeres estaban pupilas en el Colegio Americano de Miss Conway, unas de las maestras traídas por Sarmiento). Terminó su educación secundaria en el Colegio Nacional de Buenos Aires.

Ingresó a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires donde se recibió de abogado en 1897. Ya antes de graduarse comenzó su actuación pública como secretario privado del Dr. Antonio Bermejo, por entonces Ministro de Justicia e Instrucción Pública y que fuera posteriormente, por muchos años, miembro conspicuo de la Suprema Corte Nacional.

El Dr. José León Suárez se casó en1898 con doña Lía Damianovich, porteña, descendiente de antiguas familias de Concepción del Uruguay y de los marinos Nicolás Jorge y Samuel Spiro, de la escuadra del Almirante Brown. El suegro del Dr. Suárez, el Dr. Jorge Damianovich, fue nombrado camarista por Sarmiento y sirvió a la justicia por largos años. Amigo de Avellaneda, Guido y Spano, Pedro Goyena, etc., participó en la Guerra del Paraguay y el General Garmendia lo recuerda con elogios en sus Memorias de dicha guerra.

El casamiento de José León y Lía tuvo lugar en la iglesia de San Miguel de Arcángel en Buenos Aires y fue oficiado por el entonces arzobispo, Mons. Uladislao Castellanos. De este matrimonio nacieron trece hijos; dos murieron de chicos y los otros once (tres varones y ocho mujeres) se casaron. Tuvieron en total 24 nietos.

El Dr. José León Suárez se dedicó desde joven a la enseñanza y fue profesor del Colegio Nacional de Buenos Aires, de la escuela de Comercio Carlos Pelegrini y de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Una de sus más importantes actividades tuvo lugar en la Facultad de Ciencias Económicas, de la que fue cofundador en 1913, profesor, y su segundo decano (periodo 1921-1924). Cabe destacar que fue elegido para ese cargo por el Consejo Directivo, estando ausente en el Perú, contra la candidatura del Jefe del Partido Socialista, Dr. Juan B. Justo, que los estudiantes de esas ideas habían proclamado. El busto del Dr. Suárez esta ubicado desde 1930 en la escalinata principal de esa alta casa de estudios y una sección de la biblioteca de la misma, lleva su nombre.

Colaboró con el Dr. Emilio Freís en 1898 en la creación del Ministerio de Agricultura y durante toda su vida ocupó altos cargos en dicha dependencia gubernamental. Allí elaboró legislación sobre policía sanitaria, pesca, siembra de peces en lagos cordilleranos, métodos de defensa agrícola contra las pestes, mejora de las razas de ganados, importación de reproductores extranjeros, exportación de carnes congeladas, etc.

Su cruzada americanista lo llevó en misiones a Brasil, Perú y Bolivia. En todos los casos fue recibido con grandes manifestaciones populares y demostraciones de intelectuales. Defensor de los derechos del Perú en la cuestión de Tacna y Arica (territorios conquistados por Chile en la guerra de 1879), también abogó por la devolución del litoral marítimo a Bolivia. Presidió misiones de la Universidad de Buenos Aires. En 1921 para el Centenario de la Independencia del Perú, en 1924 para el centenario de la batalla de Ayacucho (ultima batalla contra los españoles en territorio sudamericano), en 1918 y 1920 al Brasil donde pronuncia brillantes conferencias en las universidades de Rió de Janeiro y San Pablo y afianza su amistad con grandes dirigentes de ese país, entre ellos Ruy Barbosa.

En épocas donde no se valoraba el pasado hispánico de nuestra Patria, se convirtió en un paladín de la defensa de España y afianzamiento de las relaciones entre los dos países. Su libro, “Carácter de la Revolución Americana” explica la independencia argentina y de los países hermanos como la evolución lógica del hijo mayor de edad que en su debido momento deja la casa paterna para fundar otro hogar pero en nada pierde el respeto por su progenitor. Era común entonces acentuar las guerras e injusticias que pudo haber durante la dominación española. Por ese libro, el rey de España, don Alfonso XIII, condecoró al Dr. Suárez con la Orden de Isabel la católica. Accedió así al pedido que le hiciera la Academia de la Historia de España.

Sus estudios sobre vinculaciones austro-argentinas y reclamaciones austro-húngaras en diversos países sudamericanos le merecieron la condecoración de Francisco José otorgada por el gobierno de Austria. El gobierno de Portugal le concedió la condecoración de Nuestra Señora de Villa Viciosa por estudios de carácter económico-militar sobre la eficacia y conveniencia del empleo de caballos argentinos para el ejército portugués en Asia y especialmente en África.

Recibió en total 30 condecoraciones y menciones extranjeras (se encuentran en el Museo de Lujan). Todas ellas tuvieron origen en algún trabajo o estudio especial ya que, si bien su acción diplomática fue bastamente conocida y apreciada, nunca ocupó ningún cargo de esa índole como enviado del gobierno argentino. Además de las condecoraciones nombradas en párrafos anteriores se destacaron por su importancia las de Comendador de la Corona de Italia, Orden del Sol de Perú, Medalla del Congreso del Perú, Cóndor de los Andes de Bolivia, Orden de Vasa de Suecia, del Libertador de Venezuela, etc.

Otro de sus importantes libros es “Diplomacia Universitaria en el Brasil” publicado en 1918, contiene profundos estudios sobre relaciones entre los estados americanos y adelanta concepciones de gran actualidad en este momento como el de la jurisdicción de los países costeros sobre sus plataformas continentales, en los mares adyacentes hasta la profundidad de 200 metros. Puede considerarse a José León Suárez y al Admirante Storni como los precursores argentinos en esta materia.

Otros de sus libros que tuvieron resonancia en su momento: “Las Embajadas en la Diplomacia Argentina”, “La cuestión religiosa en México”, “La Isla Martín García”, “Los agregados comerciales en la representación argentina”, “La esencia del contrabando”, “Jubilaciones”, “Mitre y España”, “Biografía de Mr. John W. Foster”, “Una escuela diplomática en América”, “El apresamiento del vapor Mitre por Inglaterra”, “La diplomacia del General Mitre”, “Convención internacional de Policía Veterinaria celebrada en Montevideo en 1912”, “Enseñanza Secundaria”, etc. Innumerables folletos, artículos periodísticos y conferencias recogieron su pensamiento en el país y en el extranjero.

Fundó y fue director y propietario de la “Revista Argentina de Derecho Internacional” y también fundó el Círculo de Estudios Diplomáticos y Consulares. Fue el iniciador de la cátedra de Derecho Diplomático y bregó por la creación de esa carrera universitaria dentro del ámbito de la Facultad de Derecho. También fundó en 1912 el ateneo Ibero-Americano, benemérita institución destinada a exaltar la amistad entre los pueblos de América latina, España y Portugal. Siendo presidente del Ateneo, trajo a dar conferencias en su tribuna a personajes famosos como Rubén Darío, Amado Nervo, etc.

Desde 1923 presidió la Comisión de Homenaje de la Argentina al Uruguay por su Centenario en 1925. Su actividad fue muy brillante, especialmente en los actos que se celebraron en la republica hermana. Por su iniciativa y por sus gestiones ante los gobiernos de Venezuela y Colombia y ante el presidente Marcelo T. de Alvear de la Argentina, el 9 de diciembre de 1924 se colocaron simultáneamente tres piedras fundamentales, la del monumento a Bolívar en Buenos Aires y la de los monumentos a San Martín en Caracas y Bogota.

La amistad del General Mitre y la familia Suárez viene de la época del sitio de Montevideo durante la tiranía de Rosas. El Presidente Suárez firmo uno de los ascensos de Mitre durante la defensa de 9 años de esa ciudad, epopeya denominada con justicia “La Nueva Troya”. Muy joven el Dr. Suárez participo en la revolución de 1890 y tuvo después actuación en el Partido Mitrista. Fue iniciador y Secretario General del Jubileo del General Mitre cuando este cumplió 80 años en 1901. Volvió a serlo para el centenario del nacimiento de Mitre en 1921, pero su actuación en política fue muy fugaz, muerto Mitre en 1906, se alejó completamente de ese terreno.

En la Liga de las Naciones, en Ginebra, ocupó una posición destacada (único representante latinoamericano) en la Comisión de Codificación del Derecho Internacional. Creado el organismo después de la Primera Guerra Mundial, el Dr. Suárez lo integró entre 1922 y la fecha de su muerte. Cabe destacar que ocupó ese honroso cargo, no como delegado de ningún gobierno, sino llamado por la Sociedad de las Naciones. No había en ese entonces sistemas de traducción simultánea y todos sus discursos, debates y escritos fueron en francés, idioma que dominaba, lo mismo que el inglés. Tuvieron resonancia sus propuestas en materia entonces originales y recientes: mares territoriales, acuerdos internacionales sobre pesca, protección a ballenas y otras especies en vías de extinción.

Su biblioteca particular contaba con 33.000 volúmenes sobre temas de su especialidad y fue en su momento la más numerosa en carácter privado en Sudamérica. Allí pasaba largas horas de la noche y las pocas del día que le permitían sus múltiples actividades. Colaboraban con él, algunos de sus alumnos destacados y de allí surgieron sus libros, conferencias, investigaciones, correspondencia con personajes famosos. Su casa particular estaba conectada con la biblioteca y su esposa lo acompañaba en horas de la noche, en silencio, sin interrumpir su estudio. Cuando murió José León Suárez, fue velado en esa biblioteca. Después, fue dividida en cuatro partes, con una de ellas se creó una biblioteca que lleva su nombre en la Escuela Normal de Chivilcoy. Otra parte originó la que también lleva su nombre en el Ateneo Iberoamericano. Las otras dos partes tuvieron por destino las Facultades de Derecho y Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.

Su corta vida fue agitada, intensa y provechosa hasta el final. Murió a los 57 años luego de una corta enfermedad el 7 de junio de 1929. Su entierro, en el cementerio de la Recoleta, fue una manifestación viva del intenso pesar que causó su desaparición. Hubo 19 oraciones fúnebres, destacándose las de los embajadores de España, Bolivia, y Perú y la de los decanos de Derecho y Ciencias Económicas.

A su muerte, el Pbro. Nicolás Fasolino, amigo personal y párroco de la iglesia de Balvanera (en cuya jurisdicción vivía José León Suárez) se encargó de buscar entre los escritos pensamientos que tuvieran connotación religiosa y entre ellos seleccionó algunos con los cuales la familia imprimió la estampa recordatoria. Mons. Fasolino fue posteriormente, y por largos años, arzobispo de Santa Fe y en sus últimos años se lo designó Cardenal de la Santa Iglesia Romana. Siempre conservó su recuerdo de admiración y respeto por el Dr. Suárez y proclamó sus virtudes morales, integridad y calidad de buen padre y mejor esposo.

Varios establecimientos de enseñanza en el país llevan el nombre de José León Suárez. Lo mismo calles, avenidas, plazas y bibliotecas. La Academia de Ciencias Económicas (de la que fue vicepresidente) designa con su nombre unos de los sillones. A pedido de un grupo de alumnos y amigos, el 15 de marzo de 1940 el Presidente de la Nación Dr. Roberto M. Ortiz, por Decreto Nº 56.638 designó con el nombre de José León Suárez a la parada Km. 24 del entonces Ferrocarril Central Argentino. Pronto creció a su alrededor un pueblo que cobro cada vez mas importancia y que cuenta hoy con destacados comercios, industrias y establecimientos de educación, sanitarios, etc.

Desde 1952, con la Parroquia Inmaculada Concepción, centro de irradiación religiosa y cultural a cargo de los beneméritos Frailes Menores, completó la población el conjunto de instituciones básicas y necesarias.

En 1979, con motivo del cincuentenario de la muerte del Dr. Suárez, hubo diversos actos recordatorios a su memoria. A pedido de la familia y con la aprobación de la Congregación de Frailes Menores, del Obispo Diocesano y de las autoridades municipales, los restos del Dr. José León Suárez y los de su esposa fueron trasladados de la Recoleta a la Parroquia del pueblo que lleva su nombre. El traslado se efectuó el 22 de octubre de 1979. La señora de Suárez había sobrevivido 30 años a su marido, murió el 22 de noviembre de 1959.

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   Información adicional: 

La Nación 24 de octubre de 1979
          Los restos del Dr. José León Suárez ingresaron al cementerio de La Recoleta el 09 de junio de 1929, habiendose registrado en el libro de hombres de 1928 a 1933, folio 33, con el nombre de José León Suárez, 57 años, casado, abogado, domiciliado en Bartolomé Mitre 2021 de Capital Federal y la causa de muerte: Carcinoma.     Estaba sepultado en sección 18, tablón 7, sepultura 7 al 9.                                                                                                                                                                                                                                                    Desde el 22 de octubre de 1979, sus restos y los de su esposa Lia Damianovich descansan en la entrada principal de la Parroquia Inmaculada Concepción de la localidad que lleva su nombre. Ambos en una misma lápida sepulcral de mármol de unos 50 centímetros por 50 centímetros, que muestran los nombres gastados por los zapatos de los fieles que entraron y salieron en los últimos 42 años.                                                                                                                                                                                                 También la Parroquia posee el piano que le perteneciera al Dr. Suárez, que fuera cedido en custodia por un descendiente para un eventual y futuro museo.  Y en su exterior, placas de instituciones que tiempo atrás y muy lejano, lo homenajearon. 

   

Lápida en la entrada de la Parroquia Inmaculada Concepción

Piano perceneciente al Dr. José León Suárez que custodia la Parroquia

En el exterior de la Parroquia, Placas en homenaje al Dr. José León Suárez

FUENTES:

Cementerio de La Recoleta

Padre Jorge / Parroquia Inmaculada Concepción de José León Suárez

Diario La Nación 24 de octubre de 1979

Fotografías: Fuente Propia

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